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Juan Francisco Cuyás on
20 Dec 2024

Shirdi, el pueblo donde vivió y otorgó enseñanzas el gurú y santo Sai Baba de Shirdi(c.1838-1918), es un importante centro de peregrinación donde se congregan devotos que buscan estar cerca de él. La costumbre es visitar el pueblo durante periodos breves[1] para recibir el darshan, la bendición sagrada a través de la mirada de Sai Baba, considerada en el hinduismo un acto central en la experiencia devocional.Visitar Shirdi es en sí una experiencia ritual. Allí, la presencia divina se intensifica por el entorno devocional: rituales, eventos, lugares e imágenes sagradas. Entre todas las prácticas, la más relevante es tomar el darshan en el samadhi (donde reposan los restos del santo) ante la tumba y la murty (estatua que representa a Sai Baba).

En el hinduismo, las imágenes sagradas como la murty actúan como algo más que una representación artística. La murty en el hinduismo no es una mera representación, sino una manifestación viva de la divinidad. Así, los devotos interactúan con ella a través de rituales como ofrendas de alimento, incienso, fuego, el cambio de vestimentas, la recitación de mantras, gestos devocionales y la mirada. Este conjunto de acciones se engloba en el ritual del pooja. Sin embargo, la interacción con la murty y el samadhi está limitada por normas del templo[2]. Los peregrinos, tras largas horas de espera en la cola, sólo pueden estar frente al altar unos segundos para recibir la bendición. Esta interacción fugaz, que a menudo no dura más de un minuto, deja a muchos devotos con el deseo de prolongar su experiencia devocional.      

En este contexto, surge un modelo de negocio creativo dentro del mercado devocional de Shirdi: la creación de fotomontajes devocionales. En pequeños estudios fotográficos situados en los mercados alrededor del templo, los devotos pueden encargar imágenes en las que aparecen en posiciones destacadas frente al samadhi, representados como si realizaran actos de adoración o rituales como el pooja. Estas imágenes, aunque “artificiales”, ofrecen al devoto una experiencia visual íntima que supera las limitaciones espaciales, permitiéndole participar simbólicamente en el ritual.

Un ejemplo de esta práctica es el fotomontaje que presentamos aquí, en el que aparezco realizando pooja ante su estatua y su tumba. Desde la perspectiva de la piedad visual (Morgan, 1998), entendido como el conjunto de prácticas, ideas y actitudes que estructuran la experiencia religiosa a través de las imágenes, estas fotografías funcionan como dispositivos que transforman la vivencia efímera del darshan en un acto simbólico sostenido. En este sentido, lo “fake” se redefine como una experiencia de presencia y autenticidad visual, una forma de acceder a lo sagrado mediante la imagen.

En este enlace podéis ver como se hizo esta imagen: https://vimeo.com/1023277053

Fotografía realizada en  Shirdi, Maharashtra, India. – Febrè 2023
Autores de la fotografía: Juan Francisco Cuyás i Chandu Dume

Referencias:

Morgan, David. 1997. Visual piety: A history and theory of popular religious images. Univ of California Press.

 

[1] Algunas personas hacen visitas “express” de uno o dos días exclusivamente para recibir el darshan y la bendición, a menudo por necesidades específicas propias o de terceras personas; mientras que otras prolongan su estancia durante semanas o incluso meses. Una de las costumbres entre los peregrinos es realiza un ritual llamado Saptah Parayan, consistente en leer el Sai Satcharitra (la biografía y texto sagrado de Sai Baba de Shirdi) completo en siete días, como muestra de devoción (“Saptah” significa semana, y “Parayan” es el ritual en sí mismo y se puede traducir como “camino trascendental). Luego, hay quienes incluso deciden establecer su residencia en Shirdi para permanecer en contacto continuo con lo que perciben como su presencia divina intensificada por el devocional de Shirdi (i.e. rituales, eventos, lugares e imágenes sagradas, etc.).

[2] La regulación de devotos dentro de los templos que se adhieren a la tradición hindú convierte a menudo la experiencia en algo breve aunque no inmediato, ya que a menudo para acceder al espacio del darshan hay que hacer colas durante horas. Esta regulación en templos de peregrinación tiene una razón de ser de gestión de los cuerpos en el espacio, pero también es la gestión de la pureza del altar y la impureza que pueden portar las personas. Por esa razón sólo personas de la casta sacerdotal (brahmanes) tienen acceso directo al cuidado y mantenimiento del espacio del darshan. Aunque Shirdi Sai Baba profesaba una idea unitaria de la religión, y promulgaba la no discriminación por castas, las prácticas rituales.

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