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Héloïse Toffaloni da Cunha en
06 nov 2022

El paisaje no es evidente por sí mismo. Como un fragmento seleccionado de un espacio más grande que el representado, muchos estudios [1] ya han demostrado que el paisaje es solo uno de los diversos "modos de construcción de lo visible [2]", una forma que se inscribe en una historia específica, la de la modernidad. El espectador moderno convierte una parte del territorio en un paisaje a través de la forma en que mira ese espacio. Esta mirada está moldeada por el aprendizaje de códigos muy precisos, siendo uno de ellos la perspectiva clásica [3], que se institucionalizó a partir del Renacimiento.

Mirar el espacio como paisaje tiene implicaciones para la forma en que el cuerpo del espectador también se representa y se representa a sí mismo. Augustin Berque [4] describe y analiza los diferentes vínculos que se forjan entre estos cuerpos y espacios, con formas de paisaje que varían según los contextos en los que aparecen estos vínculos. En Europa occidental, aunque también ha habido subdeclinaciones de los paisajes representados desde el siglo XVI [5], prevalece una concepción del espectador: la de un cuerpo separado del entorno observado, un cuerpo cerrado, distinto de las sensaciones externas, impulsado por la Razón analítica [6]. Para el espectador moderno, observar implica un distanciamiento previo del objeto que se va a ver. El tacto ya no es una necesidad. Es necesario ver desde lejos, para restablecer vínculos con el objeto que queremos conocer, reintroduciendo luego lo háptico, pero con metodología y discernimiento.

Espacio como paisaje. Cuerpo como mirada distante. Dos objetos sometidos a una investigación científica naturalista: el mundo y el ser humano, el mundo exterior y el mundo interior. Dos objetos situados a distancia, para ser deconstruidos, diseccionados para comprenderlos y dominarlos mejor.

Este conocimiento se logra mediante la mise en image (puesta en imagen) de los objetos estudiados, a través de una forma específica de representarlos: el espacio se convierte en paisaje, y el cuerpo se convierte en una estructura anatómica. Tome, por ejemplo, las grabados en madera en De Humani Corporis Fabrica de Vesalio publicadas en el siglo XVI. Estas placas, fruto de disecciones realizadas en el teatro anatómico de la Universidad de Padua, serán el punto de partida de la reflexión desarrollada como parte de la Tarea 3.2. Esto implica pensar en las imágenes médicas y, en particular, en la forma en que la mise en image del cuerpo a través de la manipulación de diversas técnicas modernas de representación contribuye a la formación del conocimiento moderno.

En la obra de Vésale, cuerpos despellejados posan frente a paisajes para formar un panorama, y esta elección representativa no es una coincidencia. El teatro anatómico, un dispositivo espacial para la dramatización de la mirada, es la invención de un objeto de conocimiento, el cuerpo diseccionado, y la invención de una figura heurística, la figura de la prueba [7], que sustenta el régimen de objetividad característico de las ciencias fundamentales y de la modernidad [8]. ¿Hasta qué punto, entonces, se puede ver el teatro anatómico como el lejano antepasado del método anatómico-clínico, lo que Foucault llama la matriz implícita del conocimiento moderno [9]?

Este enfoque nos permitiría ver los modos contemporáneos de espectatorialidad, como el del cine pero también los producidos por dispositivos de imágenes médicas, como la culminación de la lógica iniciada por la forma en que el teatro anatómico pone cara a cara a sujetos que miran y a un objeto mirado, lo que Martin Jay llama el régimen escópico moderno.

[1] Véase, por ejemplo, Lamaison Pierre y Cloarec Jacques (1991) « Débat : les sociétés exotiques ont-elles des paysages ? », Études rurales, no 121-124, De l’agricole au paysage, p. 151-158.  ;

Tilley Christopher (1994) A Phenomenology of Landscape : Places, Paths and Monuments, Oxford, Berg ;

Hirsch Eric & O’Hanlon Michael (1995) The Anthropology of Landscape : Perspectives on Space and Place, Oxford, Clarendon Press.

[2] Cauquelin Anne (2013) L’Invention du paysage, Paris, Presses Universitaires de France, coll. Quadrige, p. XII

[3] Panofsky Erwin (1976 [1927]) La Perspective comme forme symbolique et autres essais, Éditions de Minuit, coll. Le sens commun, 273 pages.

[4] Berque Augustin (1990) Médiance, de milieux en paysages, Montpellier, GIP Reclus, collection Géographiques, 163 pages.

(2008) La Pensée paysagère, Paris, Archibooks, Crossborders.

[5] En cuanto a la historia moderna de Europa, coexisten, por nombrar solo algunas, paisajes líricos, paisajes barrocos, paisajes románticos, paisajes reflexivos, etc.

Véase Gardies André (1999) ) L’Espace au cinéma, Paris, Méridiens Klincksieck, 222 pages; (1999) « Le paysage comme moment narratif », dans Mottet J. (éd.), Les Paysages du cinéma, Champ Vallon, collection Pays Paysages, p. 141-154 ;

Ziegler Damien (2010) La Représentation du paysage au cinéma, Paris, Bazaar & Co; (2019) Traité du paysage moderne, La Fresnaie-Fayel, Éditions Otrante;

Rancière Jacques (2020) Le Temps du paysage : aux origines de la révolution esthétique, Paris, La Fabrique Éditions,144 pages.

[6] Crary Jonathan (2016) Les Techniques de l’observateur : vision et modernité au XIX siècle, Bellevaux, Éditions Dehors.

[7] Mandressi Raphael (2003) Le Regard de l’Anatomiste, Dissections et inventions du corps en Occident, ed. Seuil, Paris, 352 p.

Normand Vincent (2019) « Apparatus and Form: The Split Identity of the Exhibition », in Tristan Garcia, Vincent Normand (eds.), Theatre, Garden, Bestiary. A Materialist History of Exhibitions, Sternberg Press/ECAL, 308 pages; (2016) « The Eclipse of the Witness: Natural Anatomy and the Scopic Regime of Modern Exhibition-Machines », L'Internationale Online, Web. 

[8] Daston Lorraine and Galison Peter (2010) Objectivity, Zone Books, 504 p.

[9] Foucault Michel (2015 [1969]) Naissance de la clinique : une archéologie du regard médical, 9ème édition, PUF, 300 p.

 
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