scroll to top scroll to top
Roger Canals en
28 oct 2022

Entre el 12 y el 14 de octubre de 20223, asistí al simposio Art and Science in Visual Research, celebrado en la Universidad de Amberes en homenaje al profesor Luc Pauwels.

Me gustaría resumir brevemente algunas de las ideas que se me ocurrieron durante el congreso. Presenté algunas de ellas públicamente para desencadenar el debate.

Ética, visual y experimentación: solemos presentar la ética y las preocupaciones éticas como una especie de carga que va en contra de la libertad, la experimentación y la creatividad. De hecho, la ética suele describirse como un conjunto de normas, prescripciones y obligaciones que debemos cumplir durante la investigación. ¿Por qué tenemos esta idea de la ética? Creo que parte de la respuesta está en nuestra comprensión cada vez más legalista de la ética y en una concepción solipsista y romántica del arte y la creatividad.

De hecho, como investigadores, hoy en día estamos cada vez más obligados a cumplir con los procedimientos legales cuando investigamos. Esto es especialmente claro cuando se realiza una investigación visual. Se nos empuja a utilizar consentimientos informados y a hacer que las personas firmen documentos, utilicen identificaciones y formen parte de un lenguaje burocrático general basado en las ideas abstractas de "derechos" y "obligaciones". Hay razones para justificar estos procedimientos: durante años, los investigadores no han sido lo suficientemente honestos al presentar los objetivos y procedimientos de sus investigaciones. No han compartido los resultados de sus investigaciones con quienes las han hecho posibles.

Sin embargo, creo que una actitud ética es mucho más que eso. Es una forma de tener en cuenta las preocupaciones de los demás y la comprensión interna de la naturaleza de las relaciones que construimos en conjunto. En este sentido, la ética no puede "aplicarse": es más bien algo que generamos y que puede darnos nuevas ideas sobre otras formas de concebir y habitar el mundo. Lo que quiero decir es que podemos tomar estas percepciones como puntos de partida para explorar nuevas formas de hacer y representar la investigación, es decir, de experimentar.

Como he dicho, cualquier acto de creatividad es un acto sobre la descentralización. Y la ética tiene que ver con la descentralización.

Los datos como imagen y la imagen como datos: constantemente convertimos los datos en imágenes y las imágenes en datos. Las imágenes se consideran cada vez más como datos en el sentido de que lo que realmente importa no es lo que realmente muestran, sino la cantidad de información (llámese "metadatos") que se asocia a ellas y que puede generar un valor -ya sea económico, militar o lo que sea-. Esto es especialmente claro en el caso de las imágenes fotográficas en campos como el fotoperiodismo. Allí, los metadatos se utilizan para autentificar el origen de la imagen. Pero hay otros ejemplos: las cámaras de vigilancia generan unidades de información y lo mismo ocurre con las imágenes digitales subidas a Internet, que se utilizan como patrones para el aprendizaje de máquinas y la visión por ordenador. Quizá incluso las obras de arte se evalúan cada vez más en función de los metadatos (la información adjunta a la imagen, y no la imagen en sí).

Por otra parte, los datos se convierten constantemente en imágenes, entendidas en sentido amplio como dispositivos visuales o signos visuales. Luc Pawuel lo llama "visualización". Así pues, visualizamos los datos de acuerdo con un conjunto de patrones y convenciones estéticas procedentes de una larga historia de la geometría, los diagramas y los gráficos. A veces estos gráficos son hermosos, y confiamos en ellos no sólo porque consideramos que se parecen a la ciencia, sino también porque crean en nosotros una sensación de asombro y belleza. Son una especie de revelación.

Quizá todas las imágenes han tenido siempre algún tipo de "metadatos". Quizá la acción de convertir datos en imágenes tampoco sea tan nueva. En cierto modo, las imágenes siempre se han referido a lo que no se puede ver directamente. Pero cada vez se superponen más ambos conceptos, lo que nos lleva a pensar en los datos y las imágenes como un par inseparable.

Las imágenes como formas de anticipación: el paradigma realista de la fotografía afirmaba que ésta nos muestra lo que ha sucedido. Son una huella del pasado en el presente. Esta idea ha forjado nuestra forma de entender las imágenes de las evidencias visuales. Sin embargo, hoy en día encontramos muchas imágenes que no pretenden mostrar lo que ha ocurrido, sino visualizar lo que puede ocurrir en el futuro. En este sentido, estas imágenes, algunas de las cuales pueden parecer una "fotografía real", actúan de forma performativa: de manera más o menos explícita, al mostrar cómo podría ser el futuro, dan forma a nuestro imaginario y, por tanto, forjan la manera en que el futuro puede ser. La anticipación es una forma de control. Las imágenes de vigilancia, por ejemplo, también se utilizan para predecir comportamientos futuros y convertirlos en modelos visuales que sirven para anticiparse a eventuales acontecimientos indeseables. En conclusión, el futuro se visualiza en imágenes -y las imágenes se utilizan como recurso para presentar visualmente escenarios posibles que no se plantean como una mera posibilidad, sino como una especie de destino inevitable.

La AI y la agencia humana: es uno de los debates del arte basado en la AI: ¿es una forma de ir más allá de la agencia humana? Es decir, ¿de descentrar lo humano? Porque, en cierto modo, toda la AI es muy humana (es un artefacto humano). ¿Y es deseable "ir más allá de lo humano" a través de una máquina que trabaja mediante algoritmos?

La participación en este simposio formaba parte de mi proyecto del ERC VISUAL TRUST. Disfruté mucho de los días que pasé allí y quiero dar las gracias al comité local que hizo posible este congreso. Fueron tres días de debates inspiradores entre estudiantes y académicos de diferentes edades y nacionalidades. 

Volver a la lista