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Amanda Bernal en
27 jul 2022

En el marco de los festivales fotográficos de verano, el proyecto Visual Trust aprovechó para asistir a dos festivales diferentes: Les Rencontres d'Arles en la ciudad homónima en Francia, y Photoespaña, en la ciudad española de Madrid. Este trabajo de campo se basó en la experiencia previa del proyecto Visual Trust sobre imágenes sociales y por la investigadora Amanda Bernal, que está ampliamente involucrada en el campo de la fotografía artística y documental, y estaba familiarizada con estos festivales. 

En este caso, ambos viajes de trabajo tuvieron como objetivo realizar un trabajo de campo e investigación en el contexto de la difusión y valoración de la fotografía. Arles es el encuentro fotográfico más relevante de Europa y lo mismo ocurre con Photoespaña en España. Durante el verano se celebran numerosos festivales de fotografía que contribuyen a desarrollar espacios fotográficos de reflexión y conocimiento. No obstante, son dos de los epicentros de la fotografía en este periodo en cuanto a experimentación, producción y difusión a través de exposiciones, publicaciones, concursos y fotolibros.

El trabajo de campo en Arles giró en torno a la observación de la semana inaugural, momento en el que todo tipo de agentes culturales implicados en la fotografía interactúan y reflexionan sobre el acto y la voluntad fotográfica. Diferentes eventos se suceden en las zonas dispersas de la ciudad, haciéndonos notar cómo la fotografía está viva en una ciudad e inspirándonos para generar una amplia gama de interacciones. Como contexto, Arles es un festival de fotografía que se celebra todos los años entre julio y septiembre desde 1970, y en el que se presentan diversas exposiciones por toda la ciudad. Una de las características más destacadas de este festival es que los visitantes pueden encontrar exposiciones por toda la ciudad, incluso pequeñas obras de arte en cada esquina. Incluso en lugares excepcionales del patrimonio de las antiguas calles de la ciudad, como iglesias, tiendas, galerías o pop-ups. 

Los Rencontres d'Arles han sido una influencia a gran escala en la difusión de una calidad significativa de la fotografía mundial y, como dice la organización en su página web, se sienten tentados a desempeñar "el papel de trampolín para los talentos fotográficos y creativos contemporáneos". También hay que tener en cuenta que el número de visitantes anuales ronda las 150.000 personas. Además de un lugar específico para la exposición, Arles es un lugar crucial como laboratorio fotográfico para la creación de imágenes y el reencuentro con diferentes creadores a través de talleres y cursos durante los meses del festival.

Asimismo, Photoespaña nació en junio de 1998 para ser un festival de fotografía realizado por la sociedad, como reivindicación de la organización y promovido por la Fundación Contemporánea y organizado por La Fábrica. La aspiración de Photoespaña es "convertir cada año a Madrid en un punto de encuentro del mundo de la fotografía". Este festival está concebido y construido en España. Se ha convertido en un referente internacional gracias a la implicación de numerosos profesionales y especialistas de diferentes ámbitos de la sociedad, así como de instituciones y públicos diversos. También es destacable que el festival cuente con sus maestros de la fotografía y su galería de arte. Asistí al último fin de semana del festival donde, en contra de mis expectativas, las salas de exposición estaban abarrotadas. En este contexto, el público asistente presentaba una gran diversidad en sus características, una amplia media de edad, procedencia, etnia y bagaje cultural. Desde mi experiencia como directora de un festival de fotografía, puedo argumentar que la última parte de cualquier festival de fotografía debe llevar el cierre, la evaluación y la reflexión de todos los diferentes encuentros y experiencias compartidas durante el evento.

En el contexto de mi investigación de doctorado y del proyecto ERC Visual Trust, esta ha sido una oportunidad excepcional para estar en contacto con informantes como comisarios, directores de museos, fotógrafos y profesores de artes visuales, así como con diferentes públicos. 

En ambos casos, la experiencia del trabajo de campo fue destacada y proporcionó al proyecto una gran cantidad de datos y material visual. El alto nivel de declaraciones y piezas de arte me permitió reflexionar y encontrar varios temas compartidos entre las preocupaciones y reivindicaciones de algunos artistas con los conceptos y el trabajo de Visual Trust. Al mismo tiempo, pude entrar en contacto con diferentes públicos, que me proporcionaron algunos detalles de su experiencia, como la postura ideológica frente a las imágenes, sus preocupaciones e intereses, entre otros datos. Gracias a este viaje de trabajo, ya he programado dos entrevistas con dos agentes internacionales, que mostraremos en futuras publicaciones.

En este texto, mostramos algunas imágenes tomadas durante el trabajo de campo por el fotógrafo colaborador del proyecto, Ezequiel Rodulfo. 

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